Con un presupuesto mensual de $us 18.000, Mario
Cronenbold, presidente del club Sport Boys Warnes, contrató como refuerzos en
los últimos días a Jaime Moreno y a Joaquín Botero, dos grandes del fútbol
boliviano, con el objetivo de que su equipo sea protagonista de la liguilla
final del torneo Nacional B, cuyo ganador asciende a la Liga. Los aportes de
siete empresas asentadas en Warnes son los pilares para mantener a la plantilla
de jugadores.
La realidad económica del club warneño es esa, más allá
de las susceptibilidad que se levantó a sabiendas de que su presidente estuvo
38 días preso en la cárcel de Palmasola, acusado de vínculos con el
narcotráfico. Con la llegada de Moreno y Botero como refuerzos, los comentarios
crecieron como una bola de nieve sobre el ‘dineral’ que se estaba invirtiendo.
Aclaró que el presupuesto mensual que maneja es de $us
18.000, monto que se mantiene, según él, porque gran parte de los jugadores
ganan $us 300, pero reconoce que hay algunos que reciben más, aunque comenzaron
con poco, pero creyeron en el proyecto que les presentó y en el que había
compromisos de ir subiendo el sueldo conforme iban ingresando los
patrocinadores, y así fue.
El grupo empresarial La Fuente, Entel, la empresa
constructora GIS, la imprenta Sirena, Umbro y la Cooperativa La Trinidad son
algunas de las empresas que lo respaldan económicamente, como también la
fábrica de cerveza Real, que les da un cupo en su producto, que es vendido y
transformado en dinero para solventar muchos gastos.
La plata de las recaudaciones no figura en su
presupuesto, ya que es algo relativo. Solo cuenta con el aporte que hacen las
empresas con las que tiene un contrato firmado.
Sabe que si su proyecto de ascender a la Liga se
concreta, hay 70 empresas y fábricas asentadas en Warnes, a las que les pedirá
ayuda económica y de las que está seguro que muchas lo apoyarán, ya que como
alcalde del pueblo les ofrece muchos beneficios legales a cambio del respaldo
para el club.
Solo en el club
Sobre sus inicios al mando de Sport Boys, reveló que
cuando le pidieron ayuda para el club no había plata ni para inscribirlo en la
ACF y de esa manera se metió de lleno a la dirigencia, aunque dejó en claro que
si lo hacía era para formar un equipo competitivo, que sea protagonista.
En la primera asamblea que se realizó asistieron 26
directores del club, pero cuando Cronenbold le pidió a uno de ellos, que antes
había levantado la mano para opinar, que diera su nombre y el monto con el que
iba a apoyar mensualmente, nadie se animó a decir nada.
Debido a esto el alcalde warneño les aconsejó que fueran
a sus casas, que analizaran la situación y que en la próxima asamblea le
avisaran sobre la forma en la que iban a aportar. La reunión no se llevó
adelante porque nadie asistió y desde ese día el presidente del club dirige
solo los rumbos de Sport Boys.
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